domingo, 23 de junio de 2013

La Mujer Alcohólica

Históricamente, el consumo de alcohol por las mujeres ha estado estigmatizado. Este hecho ha motivado que durante mucho tiempo los problemas asociados al consumo de alcohol fuesen estudiados básicamente entre la población masculina.

Es un tema del que se habla muy poco y sin embargo es de gran importancia y por ello se le debe dedicar la atención que se merece, pues cada día la proporción entre hombres y mujeres disminuye, y en los últimos años, se ha pasado de la proporción de 1 a 6 de cada 10 hombres alcohólicos.
Aunque son pocas las diferencias entre ambos sexos, la realidad demuestra que son formas de alcoholismo que se han ido diferenciando entre sí, debido a un conjunto de circunstancias sociales, culturales y morales.
Aunque parezca difícil de creer, pero a la vista de todos está, aun existe desigualdad entre el hombre y la mujer; desigualdad sociocultural, que genera en ella un sentimiento de vergüenza, de culpa y de profundo desprecio por sí misma. Como consecuencia de lo anteriormente indicado, la mujer alcohólica, bebe a escondidas, y trata de ocultar su enfermedad, provocando con ello que se recurra mas tarde al médico y llegue más deteriorada que el hombre, lo que dificulta su tratamiento; su recuperación es más comprometida. Por otro lado se ha de tener en cuenta el factor ambiental que repercute más en el hombre que en la mujer. Existen todavía factores costumbristas típicamente masculinos: tertulias en los bares, cenas de negocios, y otros que no son aún terrenos del sexo femenino.
Para muchas mujeres alcohólicas, el matrimonio ha constituido un importante factor para el alcoholismo femenino, también la separación matrimonial, divorcio y viudez. Un 82% de las enfermas son casadas, separadas o viudas; un 94% de ellas han iniciado su alcoholismo a los 5-7 años después de su matrimonio.
Algunas consideraciones del alcoholismo femenino:
La mujer bebe para liberarse de su soledad, buscando una evasión, adquiere en principio más fortaleza, más vitalidad para realizar las tareas típicas del hogar, obteniendo una notable reducción de sus sentimientos negativos y de fracaso personal al no encontrar apoyo en su pareja. Utiliza el alcohol para liberarse, lo usa como una droga o un medicamento, consiguiendo unos resultados satisfactorios para ella. No lo usa porque le guste, sino por los efectos que conlleva.
Yo recuerdo a un pastor de una Iglesia Cristiana que comentó: " La mujer es más débil emocionalmente y más propensa a entrar en el mundo de las adicciones"....Y un feligrés añadió: "Las mujeres son más viciosas que los hombres".
Estas afirmaciones y creencias, aún hoy, año 2013, están a la orden del día.  Son verdaderamente comportamientos deleznables y excluyentes, y aún más, viniendo de "cristianos". Pero ya sabemos que la religión entra en el abanico "machista" y sólo entorpecen la auténtica y digna realización de la mujer en el mundo.
Atrapada por la imagen mito de "perdida", las mujeres sufren doblemente al ser consideradas no sólo como enfermas, sino también como inmorales. No es de sorprender que las mujeres alcohólicas y sus familias se esfuercen por ocultar, enmascarar y negar el problema.
                                 

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